Lo que hoy cuento me lo cuento a mi misma.
Y es que últimamente me acucia un problema que me está afectando.
No puedo encontrar un puto libro que merezca la pena leer, que me ponga los pelos de punta o me haga reír o sentir algo más allá de que estoy leyendo un puto libro que no me hace sentir.
Se podría decir que es un problema de mierda para alguien como yo. Y para el resto de seres humanos pues seguramente también. Y quizá lo sea. Y quizá he perdido esa conexión para siempre.
Espero que no.
Soy jodidamente feliz, Tengo a la persona que más quiero y más he querido en mi puta a vida a mi lado. Pero no puedo leer. No creo que sea culpa de los libros que he intentado leer últimamente. Pienso que es más bien cosa mía.
Y eso me puede, me supera.
Realmente puede parecer una estupidez pero es algo que me preocupa, que no me deja dormir, que no me deja descansar, que no me permite concentrarme. Es un problema asfixiante.
¿Por qué?
Los libros, las putas novelas gráficas es lo que ha mantenido y mantiene muchas veces mis huesos unidos. Me permiten tener una salida, coger un desvío de mi vida y alejarme de lo coherente. Aislarme de mí misma.
Gracias a poder leer me evado de la realidad buscando otras realidades distintas.
Sin eso mi día a día está perdiendo color poco a poco.
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