viernes, 9 de noviembre de 2012

Para gustos, colores.

No pienso negar nunca más algo que me guste. La gente ha de aceptarte exactamente como eres y si no lo hacen eso significa 3 cosas:
1) Son malas personas. No digo que lo sean siempre sino que, en ese momento, lo son.
2) Intentan imponer sus ideas o moldearte para que te guste lo mismo que a ellos. Nadie es igual y lo   siento, NO funciona así.
3) Tal vez pretenden que las cosas que a ellos les gustan, te gusten a ti, o al revés, lo pretendías tú mismo y por eso mientes y niegas algo que te gusta en este mundo. Eso es grave y, además, no va a ningún sitio, por que al final se sigue mintiendo para sostener esa pequeña mentira hasta que ya eso es lo único que haces, y las otras personas lo notan.
Esto te mete  en una espiral de caos innecesaria, puesto que te lo podrías haber ahorrado contando simplemente sin maquillar de ninguna forma aquello que simplemente, y por la razón que sea, te encanta y al otro se nota que no. Las relaciones tienen que funcionar con impedimentos, porque si no lo hicieran la vida sería, como suele decirse, de color rosa. Que yo sepa no hay nada aquí que así sea, y de esa forma me reafirmo en lo dicho: no pienso negar nunca más algo que me guste.

Reflexión seria.

Aquí sentada, frente a la alternativa de una hoja en blanco de la era tecnológica, se me ocurre que soy un ser atemporal. Nadie parece recordar mi pasado excepto yo misma, sólo tengo las pruebas de mi crecimiento y de la evolución de mi cuarto. Y pienso que mientras escribo esto se crea ese pasado que aunque la lógica me hace reconocer que existe, tengo la sensación de que no lo hace, que estoy aquí sentada escribiendo esto como una manera de recordarme a mi misma que en realidad, aunque realmente el pasado existe, es una ilusión creada para engañarme. Y si argumento de esta manera, la verdad es que mi presente y futuro tampoco son gran cosa, porque el presente se convierte en pasado a medida en que sucede. El presente de hace un minuto es el pasado de ahora, cuando ese minuto acaba de suceder en esa línea que yo considero difusa y a la vez extraordinaria que es el tiempo. En cuanto al futuro...es más complicado. Consiste en todo aquello que puedo hacer o las circunstancias que en un auténtico segundo, pueden cambiar mi vida para siempre. En menos de lo que tarda alguien en rascarse  algo o beber un trago de agua, la vida puede dar un giro de consecuencias tremendas.