martes, 24 de diciembre de 2013

Es tuyo.

Estas palabras no son mías. Nunca lo fueron ni lo serán.
Lo que se escribe para alguien deja de ser de uno mismo, inmediatamente pasa a ser de otro.
Y por eso, es tuyo para siempre.

Tu sigues conmigo. Intacto, presente.

Mientras leo, respiro o me muevo te mantengo muy cerca de mi entre mis pensamientos, con la certeza de que nunca me abandonas del todo, que vigilas y asientes o disientes ante mis actos, ante mis decisiones. Que me sonríes no del todo abiertamente, en calma, en la tranquilidad de saberse incorpóreo. 
Contigo no necesito esconder mi pasión por determinadas cosas, porque a ti también te gusta lo que a nadie más interesa. Participas en ello, me haces feliz en una manera atípica. Aunque, ¿qué felicidad es habitual?

Y de pronto

Quise la armonía de las ambiciones triviales.

Un libro especial.

Hoy recordé tu cumpleaños y sé que estarás feliz.
Como siempre, ayer caminé por el centro, jugué con flores amarillas, me dejé abrazar por la lluvia, permitiendo que las gotas de agua recorriesen mi cara. Inventé historias con la gente que iba en el metro.
Y lo más importante: visité la librería y, recordando tu cumpledías, escogí y compré un libro para ti.
Nunca te lo entregaré y nunca podrás leerlo (sé que es científicamente imposible), pero como yo nunca lo leeré...pues el libro ya es tuyo.

lunes, 23 de diciembre de 2013

La decepción en la piel.

Aún siento el sabor de lo no dicho, de lo que no me atrevo a decir, amargando mi boca, abrasándome la garganta, luchando por salir.
Me recreo en lo callado, en esa huella, en ese efecto que deja. Lo paladeo.
Me miro y contemplo el trágico abandono que oculta mi gesto, con la tristeza ingenua de estar en lo cierto cuando se que tengo ganas de desenmascarar el dolor, cuando se que tengo que tocar la herida y sentir su contorno, su punzada, en la piel.

PREFIERO.

Prefiero el cine.
Prefiero los gatos.
Prefiero Dostoievski a Dickens.
Prefiero que me guste la gente, a amar la humanidad.
Prefiero tener a mano la mente.
Prefiero no afirmar.
Prefiero preguntar.
Prefiero pensar.
Prefiero decir que la razón es culpable de todo.
Prefiero las excepciones.
Prefiero salir antes.
Prefiero hablar de otras cosas.
Prefiero viejas ilustraciones a rayas sin sentido.
Prefiero lo ridículo, lo extravagante, lo interesante.
Prefiero en el amor los aniversarios inexactos que se celebran todos los días.
Prefiero los moralistas que no prometen nada a los cínicos.
Prefiero la bondad astuta que la demasiado crédula.
Prefiero la banalidad del mal a la maldad cruel y consciente.
Prefiero la tierra mojada.
Prefiero el viento en la nuca.
Prefiero los países conquistados a los conquistadores.
Prefiero tener reservas.
Prefiero el infierno del caos al infierno del orden.
Prefiero los cuentos a las primeras páginas del periódico.
Prefiero las hojas sin flores a la flor sin hojas.
Prefiero los perros con el rabo sin cortar.
Prefiero los ojos claros porque los tengo oscuros.
Prefiero los cajones, los escondites aleatorios.
Prefiero el cero solo al que hace cola en una cifra.
Prefiero el tiempo instilado al estelar.
Prefiero tocar madera a piedra.
Prefiero no preguntar cuánto me queda y cuándo.
Prefiero tomar en cuenta incluso la posibilidad de que el ser tiene su razón.
Prefiero preferir.
Prefiero muchas cosas que aquí no he mencionado.
Prefiero.



Borges


La felicidad, cuando eres lector, es frecuente.

Microvorágines.

Su vida era un mar en calma. Extrañaba la emoción de las tormentas.

Hablan de patria.

Mi patria son unas notas de guitarra, de piano en unos auriculares llenos de nudos que relaja deshacer.                                                                                     Mi patria son unos libros ajados, sobados una infinitud de veces.
Mi patria es una sonrisa sincera en unos labios llenos.
Una promesa incumplida. Un pelo suave. Una lengua áspera de gato.         Una manta también suave. Unos ojos para perderse.                                          
Un abrazo inquebrantable. Una honda caricia.Un edredón que envuelve.
Un sueño abismal. Una frase trascendente.                                                         Una reflexión tachada, rectificada cientos de veces, escrita para ser quemada hasta que la mente se apaga.

De esos días.

Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento y sé que las posibilidades de una vida más humana, mejor, están al alcance de nuestras manos.
Este es uno de esos días.

Será cierto?


Crea tu propia realidad.

Tal vez sea eso lo que me ocurre. Que no me gusta vivir así, que no quiero aceptar el mundo tal como es.
Por ello exploto mi talento, el único consustancial que me ha sido concedido: inventar mi mundo, donde cabalgo entre aventuras y no entre rutinas, donde vivo amores que queman y son verdaderos, no imposibles y huecos, donde hay dragones de humo y las cosas con las que sueño no son quimeras imposibles.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Roberto Bolaño (mon amour)

 
A la literatura nunca se llega por azar. Nunca, nunca. Que te quede bien claro. Es, digamos, el destino, ¿sí? Un destino oscuro, una serie de circunstancias que te hacen escoger. Y tú siempre has sabido que ése es tu camino
 

A veces me canso.

A veces me canso de ver el mundo a través de mis ojos marrones. Me gustaría verlo desde otros ojos, para sentir otras cosas y soñar con otros sueños distintos a los míos.
A veces me canso de estas manos que hace tiempo que están vacías. A veces quisiera cambiarlas para por fin encontrar otra cosa.
A veces me canso de de estos labios, que al hablar son relámpago y no un mar en calma, que no distinguen el azar y el tiempo, que se pierden en el intento con frecuencia.
A veces me canso de estos pies que recorren los mismos caminos, los mismos senderos, sin recordar la ruta, ni el sentir, ni el temor, ni el olvido.
A veces me canso de este pelo, reflejo del desapego, de una respuesta y un desacuerdo, de la ausencia de una tácita caricia.
A veces me canso de mi corazón, pequeño pero desbordante, deseoso pero tímido, expedito pero cerrado, fuerte pero cuarteado, activo pero pasivo, libre pero invadido, frágil pero sólido,  infatigable pero abatido.
A veces me canso de mi. No es fácil vivir con uno mismo, mirando el mismo espejo, encajado y atascado en la misma forma, en el mismo percibir, sintiendo los mismos silencios.
Entonces cuando estoy exhausta, harta de mi misma, contemplo mis manos, cierro mis ojos, muerdo mis labios, muevo mi pelo, escucho mis pasos, presiento mis latidos.
Y de repente entiendo. Mientras exista, podré encontrarme cada vez que me pierdo.

Desdibujándote.

Hoy se me ha ocurrido desdibujarte. No quiero que sea siempre lo mismo. Hoy se me ha ocurrido ser creativa, ser diferente, pensarte hasta que pierdas los contornos y los trazos que te definen en mi cabeza.
Voy a empezar por tu cara.
Te regalo unos ojos abiertos a la vida, te diseño tu mejor sonrisa, te construyo unos labios coherentes, muy tuyos. Te dejo la felicidad que sólo aporta la quietud, la emoción, la reflexión.
Te dejo la calma.
Te dejo estas letras.
Te envuelvo en optimismo.
Te imagino.
Te conservo.
Te mantengo ahí entre mis ideas, bien cerca de mi.
Mañana de nuevo me seguiré sintiendo diminuta, insignificante para todo lo que me rodea.
Pero seré feliz, muy feliz a mi manera, desdibujándote.
Así desdibujarte implique desgarrarme.

...

Y de pronto siento que mi voz se alza en medio de tanta indiferencia.

Amor.

El amor es algo complejo que debe surgir de algo sencillo y a la vez sublime. Lejos del cuerpo, cerca del ser.
Los deseos se entremezclan con hormonas y nacen del cuerpo.
En cambio el amor nace de la esencia, de la mente, de la conciencia profunda, del todo o nada. De darlo sin esperar nada.
Por eso en estos tiempos es común confundir deseo y amor.
Por eso a veces pienso que muy pocas personas conocen el amor genuino. Creo que han de ser las más internamente calmas, silenciosas, pacientes. Conocen el amor porque su alma se mezcla con el sentir del otro, con su yo.
Y no necesitan mostrarlo, porque en cada paso que dan, en cada gesto, en cada movimiento y pensamiento, van amando.

Hace tiempo.

Hace un tiempo que no escribía demasiado.
La razón es simple y monótona. Mis días se resumen a un laboratorio, trabajo por terminar, libros por leer, exámenes por estudiar, unos sentimientos por enterrar, unos días que últimamente no conocen de noches ni de diversión, y una reconfortante esperanza de un porvenir compasivo.
Busco entonces una forma de desahogarme, de sacarme todo de mi interior. Acudo a las palabras como forma de olvido, acudo a esta pantalla para no perderme entre tantos pensamientos.
Quien quiera que me lea que sepa que esto de escribir para mi es fácil y difícil.
Por un lado, expresar mis ideas me resulta sencillo y espontáneo, aunque compartirlas me cuesta, porque comparto con un mundo incierto y ajeno la parte más profunda, íntima e inaccesible de mi alma.
Pero escribir, pensar, crear, me cautiva en demasía. Lo haré más a menudo.
Cuando lo urgente deje tiempo para lo importante, volveré a mis letras.
Extrañaba mi rincón de arte, así como extraño mi entereza, mi fuerza, mi determinación, mi serenidad.
Así como también extraño enamorarme tanto como la primera vez, como cuando tenía menos años y no me pesaban las cicatrices.

Que qué somos?

Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos.

Espejismos.

Estoy rodeada de gente (mi particular desierto personal).
De hecho me encuentro con mi gente, con los míos, la gente que más se asemeja a mi. Mi otra hermana, que apenas acabo de conocer hace meses me acaba de abrazar, y mi postura me permite observar por un hueco sin ser vista.
Y le veo a él.
Es guapo hasta decir basta. Me fijo en sus labios carnosos entreabiertos, en el perfil recto de su nariz, en sus ojos con sus largas pestañas, en su pelo castaño, brillante y espeso, en sus manos fuertes y seguras.
Y entonces sucede. Llego a un rebosante oasis en medio del desierto, porque le beso, me besa, le abrazo, me abraza, me da calor, refugio, vida.
Entonces parpadeo y todo se desvanece. Desvío la vista de la fila de delante.
Sólo imaginaba cosas. Sólo fantaseaba con ESE momento.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Todo está interconectado.

Todas las células del cuerpo se estremecen, el corazón palpita rápidamente, las hormonas y neurotransmisores se disparan, las glándulas sudoríparas transpiran.
La piel vibra, los nervios se excitan. Las piernas tiemblan. Los huesos crujen. Los músculos se mueven. La respiración se agita, el aliento se exhala.
El cuerpo se exalta llenándose de calor tibio. Y las sensaciones se activan.   Se estimulan con el contacto, con el roce.








Por qué unas descripciones calan más que otras?

Cayó en el suelo con prosaica irrevocabilidad, el cuerpo flojo y encogido, las blancas manos vacías, la cara inexpresiva y sin conciencia.

.

Irremediablemente, su boca volvió a caer en su piel.

Un verbo perdido.

SEDUCIR.
1 palabra, 3 sílabas, 7 letras.
Es algo que ya no se hace, algo que se extravió hace ya bastante tiempo en la inmensidad del cosmos, del tiempo, de las costumbres. Es una lástima. Seducir es un gran verbo, una gran acción que abarca una infinidad de actividades y conceptos. Seducir es en gran parte descubrir a los demás, descubrir lo que eres, lo que puedes ser, definirlo y controlarlo.
Yo quiero que me seduzcan. Es más, lo necesito. 
¿Por qué? Por todo lo que implica: por el juego, la caza, la conquista, la plenitud, la fascinación, la sensación de poder, dejar volar la imaginación, la ilusión, la emoción, el entusiasmo por lo nuevo, el placer, la risa, la piel de gallina, el deseo y la atracción penetrantes que brotan del estómago, las sonrisas fortuitas ineludibles a escaparse, la tentación casi insoportable, que arrastra, corrompe y embauca en el mejor de los sentidos, ese que hace a las personas estremecerse.
Por ello me urge la imperiosa e indispensable necesidad de ser seducida, de seducir, de realizar y experimentar todo aquello que conlleva este olvidado verbo.

Vivimos paralizados.

Tememos muchas cosas. El dolor, estar solos, no ser queridos con reciprocidad, el paso del tiempo, la muerte, la tristeza, lo que se sale de lo corriente, lo que no podemos evitar.
Muchas de las cosas a las que más vueltas damos no merece la pena pensarlas o sentirlas. Sólo conllevan un inmenso sufrimiento, un malestar que nace de la entraña, que punza y atraviesa nuestro cuerpo, que paraliza.
Y así, de esa forma, entre raquíticos instantes que solemos tachar de "felicidad", y una vastedad de desazón y zozobra, vivimos estancados esperando Algo que no sabemos qué es exactamente, y que ansiamos encontrar.
El peor riesgo es achacar nuestros males a la falta de ese Algo, e identificarlo como una carencia o un déficit de ese palabro, esa invención de los mortales llamado amor, porque todo el mundo quiere un amor inolvidable, que le consuma y que, al fin y al cabo, también le paraliza en cierto sentido.
Ya sea por amor, o por vivir sin él, vivimos paralizados.
Afortunadamente, siempre nos quedará el estoicismo.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Can you feel the voltage?

This is not a place for playing solitare.
Individuos, vagando solos por el mundo. Es triste ver lo poco que se puede hacer para satisfacer realmente a cualquiera, incluso a ti mismo.
Siempre queremos más, siempre aspiramos a perfeccionarlo todo, aunque nos contentemos y nos parezcan suficientes nuestros bienes, nuestras situaciones y emociones. Quizá la culminación de todo lo que sucede a nuestro alrededor, y en nuestro fuero interno vaya soldado a nuestra psique.
Y por eso, a pesar de que nunca lleguemos a alcanzar esa catapulta anímica, transigimos y nos amoldamos a lo poco que a nuestro parecer, podemos hacer.
Me refiero a esas pequeñas cosas que, a ojos de los demás y en un momento fugaz, no apreciamos, pero que complacen y pueden llegar a deleitar a otros. Ofrecer algo a alguien, que no es lo que le urge en ese instante, pero que alegra.
Y es eso, lo inesperado, lo que suscita impresión, provocando ésta a su vez un regocijo inconcebible.
Es lo que pone los pelos de punta, esa corriente eléctrica que nos invade.






miércoles, 4 de diciembre de 2013

Me fascina la mente.

La personalidad como enfermedad. Algo que se padece, que se ha desarrollado, que tu entorno te ha transmitido.
Sería una paradoja hasta rozar las lindes del paroxismo.
Pero lanzo una pregunta retórica al mundo, para tener presente siempre esta duda : Soy como soy por cómo me crié (con carencias incluidas), o en reacción a ello? O es batiburrillo de parámetros en teoría inmiscibles?

sábado, 30 de noviembre de 2013

¿Qué diría si pudiesemos hablar una última vez?

He reconstruido mentalmente nuestra última conversación millones de veces. Me he imaginado a mi misma despidiéndome en cierta manera, o advirtiéndole, o abrazándole, o diciendole cualquier cosa, incluso tonterías.
Esas fantasías quiméricas me han conducido a divagar, y pensar en lo que me hubiese dicho, o si ahora volviese, lo que diría, y sería más o menos esto:
No llores cuando me vaya. Ni me lleves flores. Sólo recuérdame alguna vez, recuérdame haciéndote reír.
Y vete. Y regálate flores. Y olvídame.

Icarus is flying to close to the sun.



viernes, 15 de noviembre de 2013

Experiencia vital profunda.

Tropecé con algo inesperado y entonces llegó la catarsis y no tuvo nada que ver con el mundo sino conmigo.
Eso marcó un antes y un después, una oportunidad para vivir de verdad. Y todo me dio igual, porque ya no necesitaba a nadie para decorar la guarida de mis últimos días, porque esos días se habían alargado, ya no veía un final próximo al fondo del túnel. Ya ni siquiera era un túnel, era y es un arcoiris tras la tormenta más grande y más terrorífica de todos mis tiempos.
Esa es mi catarsis, mi supervivencia. El estar aquí y ahora, y poder disfrutar de ello indefinidamente.
Algo que nadie sabe, nadie comprende, hasta que se ve en esa tesitura.
Y entonces vas más allá. Sales triunfante y sonriente mientras te ríes de la muerte, de los problemas, y admiras y saboreas la vida.
Te purificas y no temes a nada. Olvidas las heridas y daños sufridos en algo que parece un remoto pretérito.
Eso te libera, te estabiliza de una forma inconcebible, y ya eres otro, alguien completamente distinto.

jueves, 14 de noviembre de 2013

La insólita soledad coetánea.

Es curioso. Hoy me he dado cuenta realmente de lo solos que estamos en realidad. En ello, en esa soledad que no creemos que sea cierta, es donde reside nuestra necesidad de aferrarnos a un clavo ardiendo, es decir, a los demás, al resto de individuos que están solos rodeados de gente, a las personas.
Es un nuevo concepto de soledad, con el que he comprendido debemos aprender a vivir cuanto antes. Repetirnos a nosotros mismos: estoy solo estoy solo estoy solo estoy solo estoy solo estoy solo las veces que haga falta para asimilarlo, porque si no lo hacemos, es cuando creamos dependencias absurdas, cuando nos enamoramos de gente que ha pasado por nuestra vida muy fugazmente, o de la idea que tenemos de esas personas de las que, a falta de una mejor palabra, diré que nos enamoramos. Aunque no sea realmente así.
Porque si no siempre será la misma historia: Alguien conoce a alguien, aunque arañe sólo la superficie porque somos volubles y podemos pasar a otra cosa en muy poco tiempo (y digo tiempo también por decir algo, porque es dar una consideración determinada a una variable algo inefable). En fin, lo siguiente es establecer una conexión que es frecuentemente efímera con ese alguien, y estrechar lazos y cosas en común, algo que es como un anillo contráctil en la citocinesis: conecta dos células al mismo tiempo que las divide cuando se va estrechando cada vez más. Cosa que es impensable desde la lógica porque ¿cómo puede algo conectar mediante una unión estrecha y firme, y separar a través de esa misma unión? Pues ya lo ven. La naturaleza, la evolución, el universo, se encargan de ir más allá de lo que la lógica puede abarcar, destruyendo todos esos imposibles y antónimos y otorgándonos una bofetada en nuestros semblantes sabihondos.
Pero me he desviado del proceso, que siempre tiene un final.
Entonces, ¿por qué esa necesidad de aplacar nuestra soledad connatural? Sabemos que todo acaba, ya sea por las fuerzas del destino, las decisiones, la vida, la muerte, la psicología que sustenta y poseen todas las personas....
Pero  de forma invariable y continuamente buscamos desprendernos de esa soledad, que nunca se va, sino que persiste escondida en nuestro subconsciente. Sólo aspiramos a eso, a retirarla a un lugar recóndito donde la luz de nuestra mente no puede llegar bien, donde proyecta sombras.
He aquí ese menester de necesitar a alguien, y de exigir que nos haga volvernos locos, sentirnos como enfermos (entendido desde un foco cuasi romántico), únicos, "amados", a la vez que precisados, respetados, con el fin de procurar y afanarse en lo inviable: fundir dos cuerpos, almas, mentes en una y sentirnos menos solos.

Catarsis.

1.Purificación, liberación o transformación interior suscitados por una experiencia vital profunda.
2.Eliminación de recuerdos que perturban la conciencia o el equilibrio nervioso.

jueves, 10 de octubre de 2013

Paraísos Artificiales

Sí, no es un precisamente un concepto inútil, a pesar de lo abstracto. Es un estado mental.
No, no hablo de Matrix ni del frío o el calor.
Me refiero a ese estado en el que todo es bueno, divertido, pero que es una ilusión absoluta creada por nosotros mismos, es como la felicidad: completamente artificial.

sábado, 17 de agosto de 2013

Foucault

Denominamos saber a lo que arranca del interior del conocimiento para encontrar el objeto de un querer, la finalidad de un deseo, el instrumento de una dominación, el desarrollo de un combate.

sábado, 27 de julio de 2013

La entrada número 100 se la dedico a todos los que me han inspirado en la vida

Ya sean profesores, amigos, familia, completos desconocidos, conocidos que desconocía, animales, situaciones, lugares, hombres, risas, llantos, o autores de obras extraordinarias, con esta cita tan interesante a la par que inspiradora de una filósofa y pensadora de las grandes de la historia  de la humanidad que permanece y siempre permanecerá indeleble en mi memoria, y en la de muchos otros.

viernes, 26 de julio de 2013

Deleuze.

Los flujos de deseo proceden por efectos y devenires, independientemente del hecho de que ellos puedan ser o no atribuidos a personas, imágenes, identificaciones. Así, un individuo, antropológicamente etiquetado de masculino, puede estar atravesado de devenires múltiples y, en apariencia, contradictorios. Ser es devenir rizomático.

Infinitas improbabilidades

Está en la naturaleza de cada nuevo comienzo el irrumpir en el mundo como una infinita improbabilidad, pero es precisamente esto “infinitamente improbable” lo que en realidad constituye el tejido de todo lo que llamamos real. Después de todo, nuestra existencia descansa, por así decir, en una cadena de milagros: el llegar a existir de la Tierra, el desarrollo de la vida orgánica en ella, la evolución de la humanidad a partir de las especies animales...

martes, 23 de julio de 2013

Pensamientos metafísicos.

El ser unos con otros en el mundo, el compartirlo conjuntamente, tiene una señalada determinación ontológica. El modo fundamental de ser que tenemos es el hablar, considerado en su plenitud. Es un hablar con otro sobre algo expresándose. Sobre todo en el hablar está en juego el ser-en-el-mundo del hombre.
Aristóteles era ya sabedor de esto.
En el hablar con otras personas, en aquello que se comenta, late en cada caso la auto-interpretación del presente, que se demora en este diálogo.
Al indicar las anteriores características ontológicas, todo acaba abocado al presupuesto de que el ser es accesible en sí mismo desde una investigación que lo interprete bajo el aspecto de serlo.
Esta presuposición en efecto se tambalea un poco, pero la dificultad no viene de la oscuridad que proyecta la consideración psicológica del ser, sino que se ha de asumir una limitación más grave que la derivada del conocimiento humano.


domingo, 21 de julio de 2013

miércoles, 17 de julio de 2013

POMPAS DE JABÓN

Schopenhauer dice, que al igual que nos esmeramos en inflar una burbuja de jabón a pesar de que sabemos que tarde o temprano, debido a su condición efímera estallará, nos esmeramos en vivir.  
Si de alguna forma, la vida humana es comparable con una burbuja de jabón, creo que se puede deducir que el único valor que Schopenhauer considera que tiene la vida humana es el valor estético. Esto no significa que el arte sea el mejor camino de salvación para negar la voluntad de vivir: simplemente es una forma de expresar que la vida es un fin en sí misma.

Vamos a viajar al pueblo de los gatos.

Todos los escritores con corazón se han ganado un gato que los sigue y los protege. 
Stephen King por ejemplo escribe una obra excesiva e inquietante: en uno de sus libros, un personaje acusa al narrador de plagio, le mata el gato y se lo deja frente a la puerta.  Es un momento insoportabl en la literatura de terror algo cercano a los escalofriantes efectos de H.P.Lovecraft.
Dante,Baudelaire, Lewis Carrol, Borges, Hemingway, Bukowski, Sartre, Mark Twain, Allan Poe, Kafka, Raymon Chandler, H. Hesse, Lessing, J. Derrida, Cortázar, Aldous Huxley, Ezra Pound, Beckett, Nietzsche, J.K.Rowling, Albert Camus, Salinger, Foucault y Murakami. 
Todos ellos, mis escritores fetiche y seguro que hay muchísimos más que no he plasmado o cuyas obras no he tenido el placer de leer todavía o que desconozco por completo, tienen o han tenido algo que ver con esas increíbles criaturas que son los felinos.
Un gran escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo.

¿Y qué se conoce de las pasiones?

Su reflejo en el alma de las personas que las aman. 
Y, como ocurre en la caverna de Platón, los prisioneros no ven los objetos reales, sino sus sombras.  Es decir, el apasionado ve la sombra a la cual el fulgor de la auténtica pasión reviste de contornos más o menos definidos.  
Y, como el cautivo, hay que escalar amorosamente, sudar para conseguir amar, el motor de la vida.

Una cosa que hago.

A veces, muy de cuando en cuando, la gente te sorprende.
Siguiendo esa filosofía, de vez en cuando, cuando me he terminado un libro que me ha gustado, lo dejo en algún sitio bastante concurrido(el metro, el cine, el parque, una cafetería...). Lo abandono con la esperanza de que quien lo encuentre lo lea y le guste tanto como a mi, con la intención de realizar algo que tenga sentido para mí, para alguien, para el mundo, para las mentes.
Además, me encanta ponerme inmediatamente después, cuando ya no puedo ver el libro que he dejado entre el gentío  (a la deriva, asido a un madero flotante cualquiera), dejar volar la imaginación y ver en mi psique una escena en la que el libro le cambia la vida a su nuevo dueño, o que éste hace lo mismo que yo con el libro hallado y el libro pasa de unas manos a otras y a otras y a otras, de forma que una gran cantidad de personas pueden disfrutarlo.
La sensación que provoca en mi persona es tan satisfactoria que es bastante azaroso describirla, por lo que animo a quien lea esto a hacerlo algún día y a comprobar en su propia carne lo que llega a sentir.

Qué es lo que define la vida?

La fiesta? El amor? La circunstancia? Las personas?
Es como decía Aristóteles y es cada uno de nuestros términos medios inmanentes, incorporados de forma innata en nuestro raciocinio, lo que define la vida, las cosas? Es esa manera nuestra de catalogar qué es bueno y qué es malo y esa moral barata de mierda lo que determina nuestra perspectiva y la forma de pensarlo todo?
ES ESO LO QUE DEFINE LA VIDA? La perspectiva, el subjetivismo descendiente en línea directa de ese neokantismo idealista trasnochado.
Puede que sí, puede que no: esa es la respuesta. Que es igual que afirmar que no existe respuesta alguna.
Vaya...fijándome hasta dónde ha llegado la civilización (que es establecer aparentemente ese Término Medio tan general y bien visto por la mayoría), encuentro de una forma paradójicamente gigantesca e incluso irónica que no hay un consenso real a este tipo de dicotomías.
En fin, que incluso el porqué estamos aquí, cuál es la teleología del hombre y toda esa moralística tan sobada, tan tradicionalista, no encuentra ni hallará jamás una solución satisfactoria ni para mi ni para muchísimas personas, lo que se traduce consecuentemente, en nadie.

Lo notas¿?

Hay pocos momentos en la vida en los que puedes decir si miras atrás: y en ese instante, todo cambió.
Y ese, el que viví tan intensamente, es claramente uno de ellos.

Algo que me encanta


The simple truth


lunes, 17 de junio de 2013

Vestirse para matar.





Beauty is found in too many places.


                     



Pasión...

Siempre desearé y querré repetir un placer codiciado: el buen sexo, ese que hace que te tiemblen las piernas, se estremezca la piel, se exhale el aire profundamente en un gemido y se alcance un orgasmo sonoro.



En este caso violento, visceral, necesario para vivir satisfactoriamente.
Sí, definitivamente estoy en fase de: fóllame contra el suelo hasta saciarme
Any problem?

Chemistry

Tenemos y sentimos una química intensa con escasas personas en la vida.
A veces, es sólo con una.





Los finales felices son historias sin acabar



Empty


miércoles, 5 de junio de 2013

Hay que instarnos a hacer lo que queramos

Sin que importe que nadie conciba nuestros deseos como si se nos hubiese ocurrido una quimera absurda, semejante a la de Sancho Panza de adquirir la ínsula Barataria, pues al fin y al cabo, aunque el logro de su anhelo fuese un escarnio para burlarse de él, consiguió lo que deseaba sin ser relevantes los medios  ni los porqués mediante los cuales se dispuso toda esa paradoja. 

martes, 4 de junio de 2013

Me guardo esta frase: bienvenido a casa.


He hallado una certeza indubitable:

Aún estoy en su vida y me querrá en ella para siempre.
Así son las cosas: aunque todo parezca el eterno retorno de lo mismo,que la historia se repite otra vez más, como en la filosofía nietzscheana, no es así, porque por lo menos yo se que a mi me quería de verdad.

jueves, 30 de mayo de 2013

Instantes de los que sólo te queda el recuerdo de una belleza efímera como la de la amapola


 

regresar a esa playa...


I can´t remember the last thing that you said as you were living

No sabes lo que se siente al perder a alguien, porque sólo lo sabrás cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.
-El indomable Will Hunting-.

Cualquier puerto es bueno en una tormenta

 

El indomable Will Hunting

 He lamentado cosas, pero ni un solo día de los que pasé con ella.

Esa química que sólo tienes con una persona.



Disfruta


Oye,




Well there's not a lot for you to give if you're giving in

One tablespoon coconut extract.

martes, 28 de mayo de 2013

jueves, 16 de mayo de 2013

De verdad.

Te deseo que seas feliz, te deseo que tengas éxito con ella, te deseo que estés muchísimo tiempo con ella. Te deseo todo lo bueno en la vida.
Como siempre, te deseo.

Sí,


Nos enamoramos cuando éramos dos críos y a pesar de todo el amor que nos teníamos, el destino nos separó irremediablemente.
Pero pasen los años que pasen, siempre será mi amor.

jueves, 9 de mayo de 2013

Afirmaré algo inefable y que nada ni nadie puede ni podrá arrebatarme jamás:
Te conozco quemado.

domingo, 21 de abril de 2013

SEXO DE RUPTURA.


Él-Así que esto es todo?
-Sí.
Él-Estamos rompiendo.
-Sí.
Él-Hemos roto.
-Está hecho.
(Suspiro)
Él-Beso de ruptura.
-Beso de ruptura.
Él-Sexo de ruptura.
-Sí, sexo de ruptura.

Para las chicas, a veces esas cosas tienen una gran importancia.

Así que pensé lo siguiente: "Conoceré a alguien que me quiera con toda su alma los trescientos sesenta y cinco días del año". Estaba en quinto o sexto curso de primaria cuando lo decidí. 
-¡Qué fuerte! -exclamé admirado-. ¿Y lo has conseguido? 
-No es tan fácil como creía -reconoció Midori. Reflexionó un momento contemplando el humo-. Quizá sea por haber esperado tanto tiempo, pero ahora busco la perfección. Por eso es tan difícil. 
-¿Un amor perfecto? 
-¡No, hombre! No pido tanto. Lo que quiero es simple egoísmo. Un egoísmo perfecto. Por ejemplo: te digo que quiero un pastel de fresa, y entonces tú lo dejas todo y vas a comprármelo. Vuelves jadeando y me lo ofreces. "Toma, Midori. Tu pastel de fresa", me dices. Y te suelto: "¡Ya se me han quitado las ganas de comérmelo!". Y lo arrojo por la ventana. Eso es lo que yo quiero. 
-No creo que eso sea el amor -le dije con semblante atónito. 
-Sí tiene que ver. Pero tú no lo sabes -replicó Midori-. Para las chicas, a veces esto tiene una gran importancia. 
-¿Arrojar pasteles de fresa por la ventana? 
-Sí. Y yo quiero que mi novio me diga lo siguiente: "Ha sido culpa mía. Tendría que haber supuesto que se te quitarían las ganas de comer pastel de fresa. Soy un estúpido, un insensible. Iré a comprarte otra cosa para que me perdones. ¿Qué te apetece? ¿Mousse de chocolate? ¿Tarta de queso?". 
-¿Y qué sucedería a continuación? 
-Pues que yo a una persona que hiciera esto por mí la querría mucho. 
-A mí me parece un desatino. 
-Yo creo que el amor es eso. Pero nadie me comprende. -Midori sacudió la cabeza sobre mi hombro-. Para un cierto tipo de personas el amor surge con un pequeño detalle. Y, si no, no surge.


HAY QUE FOLLARSE A LAS MENTES.

El placer no esta en follar; es igual que con las drogas:
A mi no me atraen un buen culo, un buen cuerpo, una polla así de gorda. Bueno, no es que no me atraigan, claro que me atraen, ¡me encantan! Pero no me seducen. Me seducen las mentes, me seduce la inteligencia. Me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente que los mueve que vale la pena conocer.
¡conocer!, ¡poseer!,¡dominar! ¡admirar!.... La mente, yo hago el amor con las mentes, 

¡Hay que follarse a las mentes!

jueves, 11 de abril de 2013

Emy Reynolds-Tonight

She was from Kansas.
Her mum just said she was from from France.
But she was from New Mexico.

Houston, tenemos un problema.

¿Por qué dejamos siempre que lo único que nos falta influya tanto en lo que sentimos por las cosas que sí tenemos?
No soy capaz de volver a amar. Sólo quiero de verdad a un pequeño gato que no tengo hace mucho. Tal vez esa sea la única forma de amor que me queda, no lo se, puede que así sea. Sería triste, pero tendría que empezar por dejar de darle vueltas al asunto o intentar encontrarle defectos a una persona fantástica, en vez de desear querer a alguien sin límites. Qué demonios! me conformaría con poder amar hasta con ellos. Sólo quiero poder volver a enamorarme, abrazar la vida y no temer a nada, ni a nadie. Quiero dejar de autogafarme o joderme directamente todas las relaciones con las que estoy mínimamente satisfecha, porque por ahora, sólo amo la biología, y a Mendel, mi gatito.
Y eso me sabe a poco, eso me hace sentir pequeña e indefensa, en lugar de fuerte y decidida (cómo creí que me sentiría si llevaba un riguroso control de mi vida y  emociones). Pero ahora que he diseñado un duro caparazón para mi mente, para que lo ajeno jamás la penetre, a la hora de levantar esas fronteras  y reunificarme a mí misma como si de las dos Alemanias se tratase, soy incapaz.
Y de eso, de mi aislamiento afectivo, soy estrictamente  responsable, siendo así todo lo demás que sí puedo conseguir, degradado a un inútil segundo plano,  minusvalorándolo por obsesionarme por lo que soy incapaz de tener, que es sentir algo por alguien ahora mismo. Y lo peor, es que la culpa es mía, es autoinfligido e irrevocable por el momento.
Por ello, la auténtica verdad es que, en el fondo, la culpa de todo lo que sucede en nuestras vidas y en nuestras mentes, es exclusivamente nuestra.

Una vez.

Una vez, hice una cosa.
Salió de mi mente: creé un libro.
Era un libro para mí, para nadie más. Lo usaba para mejorar mi estilo literario, para encontrar lo que más me gustaba, lo que hacía mejor.
Era un libro en el que describía la vida de una chica. Y esa chica, ese personaje que lo tenía todo, o por lo menos todo lo que yo deseaba, representaba mis deseos y un pasado parecido, volcado todo en uno.
Es ficción, y ya ni siquiera me interesa tener la vida que ella tiene en el libro.
Violet (así se llama) es un producto de volcar todas mis inseguridades y quimeras adolescentes.
Lo más importante de todo ésto no era lo que he dicho, sino que me he dado cuenta de que ya no deseo alcanzar la vida que imagine e idealicé para esa chica, y eso, a parte de significar que he madurado, significa que tengo otros sueños imposibles que ya no son esos, que están en mi mente y en algún momento tendré que volver a plasmarlos en papel.
Me apetece hacerlo.
Pero no ahora, ahora es pronto.

martes, 1 de enero de 2013

Carlos Ruiz Zafón.


- Mira que hay gente mala...
- Mala no; imbécil, que no es lo mismo. El mal presupone una determinación moral, intención y cierto pensamiento. El imbécil o cafre no se para a pensar ni a razonar. Actúa por instinto, como bestia del establo, convencido de que hace el bien, de que siempre tiene la razón y orgulloso de ir jodiendo, con perdón, a todo aquel que se le antoja diferente a él mismo, bien sea por el color, por creencia, por idioma, por nacionalidad, o por sus hábitos de ocio. Lo que hace falta en el mundo es más gente mala de verdad y menos cazurros limítrofes.

vive a fondo

Los que mueren de verdad son los que no viven.
Los que se reprimen porque los asusta el qué dirán. 
Los que hacen descuentos a la felicidad. 
Los que se comportan siempre de la misma forma pensando que no se puede hacer nada diferente, los que piensan que amar es como una jaula, los que nunca cometen pequeñas locuras para reírse de sí mismos o de los demás. Mueren los que no saben pedir ni ofrecer ayuda. 

Para mí, no eres todavía más que una persona semejante a cien mil personas.
Y no te necesito.
Y tú tampoco me necesitas.
No soy para ti más que una persona, semejante a cien mil personas. Pero, si me conoces, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mi único en el mundo. Seré para ti única en el mundo.

Paulo Coelho


La pasión hace que uno deje de comer, de dormir, de trabajar, de estar en paz. Mucha gente se asusta porque, cuando aparece, derrumba todas las cosas viejas que encuentra. Nadie quiere desorganizar su mundo, por eso, mucha gente consigue controlar esta amenaza, y es capaz de mantener en pie una casa o una estructura que ya está podrida. Son los ingenieros de las cosas superadas.

Otra gente piensa exactamente lo contrario: se entrega sin pensar, esperando encontrar en la pasión las soluciones a todos sus problemas. Descarga sobre la otra persona toda la responsabilidad por su felicidad, y toda la culpa por su posible infelicidad. Está siempre eufórica porque algo maravilloso sucedió, o deprimida porque algo inesperado acabo destruyéndolo todo. 

Apartarse de la pasión, o entregarse ciegamente a ella, ¿cuál de las dos actitudes es la menos destructiva?