miércoles, 18 de diciembre de 2013

Un verbo perdido.

SEDUCIR.
1 palabra, 3 sílabas, 7 letras.
Es algo que ya no se hace, algo que se extravió hace ya bastante tiempo en la inmensidad del cosmos, del tiempo, de las costumbres. Es una lástima. Seducir es un gran verbo, una gran acción que abarca una infinidad de actividades y conceptos. Seducir es en gran parte descubrir a los demás, descubrir lo que eres, lo que puedes ser, definirlo y controlarlo.
Yo quiero que me seduzcan. Es más, lo necesito. 
¿Por qué? Por todo lo que implica: por el juego, la caza, la conquista, la plenitud, la fascinación, la sensación de poder, dejar volar la imaginación, la ilusión, la emoción, el entusiasmo por lo nuevo, el placer, la risa, la piel de gallina, el deseo y la atracción penetrantes que brotan del estómago, las sonrisas fortuitas ineludibles a escaparse, la tentación casi insoportable, que arrastra, corrompe y embauca en el mejor de los sentidos, ese que hace a las personas estremecerse.
Por ello me urge la imperiosa e indispensable necesidad de ser seducida, de seducir, de realizar y experimentar todo aquello que conlleva este olvidado verbo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario