lunes, 23 de diciembre de 2013

La decepción en la piel.

Aún siento el sabor de lo no dicho, de lo que no me atrevo a decir, amargando mi boca, abrasándome la garganta, luchando por salir.
Me recreo en lo callado, en esa huella, en ese efecto que deja. Lo paladeo.
Me miro y contemplo el trágico abandono que oculta mi gesto, con la tristeza ingenua de estar en lo cierto cuando se que tengo ganas de desenmascarar el dolor, cuando se que tengo que tocar la herida y sentir su contorno, su punzada, en la piel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario