viernes, 9 de noviembre de 2012

Para gustos, colores.

No pienso negar nunca más algo que me guste. La gente ha de aceptarte exactamente como eres y si no lo hacen eso significa 3 cosas:
1) Son malas personas. No digo que lo sean siempre sino que, en ese momento, lo son.
2) Intentan imponer sus ideas o moldearte para que te guste lo mismo que a ellos. Nadie es igual y lo   siento, NO funciona así.
3) Tal vez pretenden que las cosas que a ellos les gustan, te gusten a ti, o al revés, lo pretendías tú mismo y por eso mientes y niegas algo que te gusta en este mundo. Eso es grave y, además, no va a ningún sitio, por que al final se sigue mintiendo para sostener esa pequeña mentira hasta que ya eso es lo único que haces, y las otras personas lo notan.
Esto te mete  en una espiral de caos innecesaria, puesto que te lo podrías haber ahorrado contando simplemente sin maquillar de ninguna forma aquello que simplemente, y por la razón que sea, te encanta y al otro se nota que no. Las relaciones tienen que funcionar con impedimentos, porque si no lo hicieran la vida sería, como suele decirse, de color rosa. Que yo sepa no hay nada aquí que así sea, y de esa forma me reafirmo en lo dicho: no pienso negar nunca más algo que me guste.

Reflexión seria.

Aquí sentada, frente a la alternativa de una hoja en blanco de la era tecnológica, se me ocurre que soy un ser atemporal. Nadie parece recordar mi pasado excepto yo misma, sólo tengo las pruebas de mi crecimiento y de la evolución de mi cuarto. Y pienso que mientras escribo esto se crea ese pasado que aunque la lógica me hace reconocer que existe, tengo la sensación de que no lo hace, que estoy aquí sentada escribiendo esto como una manera de recordarme a mi misma que en realidad, aunque realmente el pasado existe, es una ilusión creada para engañarme. Y si argumento de esta manera, la verdad es que mi presente y futuro tampoco son gran cosa, porque el presente se convierte en pasado a medida en que sucede. El presente de hace un minuto es el pasado de ahora, cuando ese minuto acaba de suceder en esa línea que yo considero difusa y a la vez extraordinaria que es el tiempo. En cuanto al futuro...es más complicado. Consiste en todo aquello que puedo hacer o las circunstancias que en un auténtico segundo, pueden cambiar mi vida para siempre. En menos de lo que tarda alguien en rascarse  algo o beber un trago de agua, la vida puede dar un giro de consecuencias tremendas.

jueves, 4 de octubre de 2012

Te quiero, pero quererte duele.

Ella.

Ella está en este mundo, pero no ha venido al mundo.
Y es pequeña y frágil y es lily. Y quiero conocerla, transmitir mi sabiduría a esa pequeñez, quiero que nadie le haga daño y que viva bien. Una vida larga y feliz y, en la medida de mis posibilidades, intentaré brindarle esa oportunidad que toda persona merece.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Declaración de intenciones.


"Creo en mis formas, en mis caminos; en esos que duelen pero que tienen sus frutos.
Creo en el sendero de la verdad, en el sendero difícil.
Creo en mi alma , en esa porción agazapada dentro de mi.
Creo en quien soy y por lo tanto en quien, a pesar de las derrotas, no tengo intención de dejar de ser.
Creo en mi sueño, en el magnífico sueño que seguiré construyendo hasta que no me queden más fuerzas para creer.
Creo en mis ganas de dar y creo en un mundo maravilloso que espera recibir mil gotas de cariño.
Creo en la amistad, los besos, la lluvia, las sonrisas, las lágrimas y los secretos.
Creo en mi esfuerzo por crecer o, mejor dicho, en mis ganas de crecer.
Creo en la vida, y en la magia con la que toca todas las cosas.
Creo en mí; sobre todo creo en mi cuando caigo, cuando no tengo fuerzas, cuando el viento sopla y mis velas ceden, sigo creyendo en aguantar y en volver con todas mis fuerzas para seguir y seguir creyendo, y seguir andando y respirando y seguir viviendo.
Creo en el amor y ese modo indescriptible de estar abierto ante la vida…”

lunes, 17 de septiembre de 2012

Vacío.

Es una sensación bien extraña cuando te levantas y te sientes alguien irrelevante.
Piensas que si desaparecieses, muy poca gente se percataría.
Odio esa sensación de vacío. Es como si alguien mientras duermes te hubiese metido una cuchara gigante de esas que sirven para hacer bolas de helado por algún orificio desconocido y hubiese removido materia y energía hasta  dejarte con un hueco perfecto por dentro.
No se por qué me siento así. La verdad es que me ha pasado otro par de veces en la vida. Pero qué me dice mi cuerpo o mi mente con eso? Que debo llenar ese vacío?
Y si es justo eso lo que se supone que debo hacer, cómo puedo llegar a conseguirlo?
Y si no es así y, en realidad, hay un vacío en mi interior? Es así como lo noto. Tengo la horrorosa impresión de que estoy hueca, lo juro.
Y si siempre lo he estado y sólo lo noto en determinadas situaciones?

Son muchos interrogantes sin una respuesta clara y sencilla y, sinceramente, me hace pensar en mi misma como si mi mente fuese ajena a mi cuerpo. Si reflexiono compleja y profundamente sobre ello, me pierdo en un mar de conjeturas metafísicas y, acto seguido, se produce un dolor intenso en mi cabeza. Pero no creo que sea de cabeza, es más bien de psique.
Y así, de esa forma, mis propios pensamientos crean más vacío en mi interior, más dolor y una conciencia propia de irrealidad. Además de unas ganas intensas de llorar para ver si ese vacío se inunda y de dormir para así tener la esperanza de que todo haya pasado al despertar.

Ciertamente, es un círculo vicioso asqueroso, ¿no?

sábado, 15 de septiembre de 2012

Ponga un tigre en su automóvil.

Ahora, tras haberlo visto en la realidad, su persona se había vuelto mucho más importante y poderosa que antes. Ocurriera lo que ocurriese, quería volver a encontrarse con él.
Quería que la abrazara y la acariciara de arriba a abajo con esos fuertes brazos. Sólo de pensar que quizá su sueño no se cumpliría, su cuerpo y su alma parecían desgarrarse por la mitad.

De pronto, una tarde, cayó en la cuenta de por qué tenía sentido seguir viviendo.
Uno vive con los ojos puestos en las esperanzas que se le dan, en las esperanzas que uno alberga; las esperanzas son como un combustible. No se puede vivir sin ellas.
Pero eso era como lanzar una moneda al aire. Hasta que la moneda cae, no se sabe si saldrá cara o cruz.
Al pensar en ello, se le encogió el corazón con tal fuerza que tuvo la impresión de que todos los huesos  del cuerpo le crujían, y lanzó un alarido.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Grey.

Muy bien, voy a decirlo. Tu elección, es simple. Ella o yo. Ella es una
gran mujer. Pero… te quiero… y, te quiero de tal modo, que
finjo que me gusta tu música, dejo que te comas el último 
trozo
de tarta y no me importa que veas los deportes en la televisión. Por
todo lo que debería odiarte, te quiero. Escógeme. Quédate conmigo.
Quiéreme.

Esfuerzo.

Tengo una certeza que he demostrado a lo largo de mi vida mediante la experiencia:
Si quieres obtener algo o conseguir un objetivo, no basta con desearlo con mucha intensidad o rezar para que ocurra.
Además de eso, tienes que luchar por ello entregando hasta el más ínfimo de los esfuerzos. Hay que hacer que suceda, hay que dejarte la piel en ello.
Pero hay algo a tener en cuenta: sólo hacemos eso cuando queremos cumplir nuestras metas de verdad, cuando realmente lo queremos con cada una de las células del cuerpo.
Si realmente lo deseamos y nos esforzamos, podemos conseguir todo aquello que queramos.
Y, cuando por fin lo tenemos, recordamos todo ese esfuerzo realizado, todo ese ansia por conseguirlo, y nos regocijamos en nuestro mérito personal y en esa sensación maravillosa a la vez que placentera de superación de uno mismo.
Ese instante es, en verdad, adrenalina en estado puro.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Y a Adele, dile que no puedes vivir sin ella. Que estos últimos meses has estado paseándote, pensando en ella.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Presintiendo que es algo que muere.

Y cuanto más se acerca contra mí y más se estrecha contra lo indestructible y negro, más se ensanchan de querer abolirlas, el afán de que no existan las distancias sin fondo que quiere ignorar abrazándome.


Aristóteles. Ética a Nicómaco.

Se considera que toda arte, todo anhelo, así como cualquier acto y búsqueda aspiran a alguna forma de bien. Por consiguiente, se puede determinar correctamente que el bien es aquello a lo que todas las cosas aspiran.
Dicho de otra forma: el resultado de todas las cosas es el bien y el bien es, a saber, el resultado de todo.

1Q84

No había cabida para la indecisión, la desesperación o el arrepentimiento.
Tampoco para la duda metafísica o el conflicto moral.
Palabras pronunciadas, inefables sensaciones, promesas olvidadas, deseos no realizados y anhelos que habían perdido su destino.
Aquellos momentos sellados en su memoria, perdían su esencia poco a poco.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Amor.

-Y no has pensado en investigar qué hace ahora ese chico? No creo que sea difícil enterarse.
-Nunca tuve ganas de investigar.
-¡Qué raro! Si hubiera sido yo, seguro que habría movido todos los hilos para encontrarle. Si tanto te gusta, deberías encontrarle un buen día y declararle a la cara que estás enamorada de él.
-No quiero hacer eso. Lo que deseo es encontrarlo un día, por casualidad. Cruzarnos por la calle, por ejemplo, o coincidir en el mismo autobús.
-Un encuentro del destino.
-Bueno, algo así. En ese momento, le abriría mi corazón: eres el único al que he amado en toda mi vida.
-¡Me parece tan romántico! Pero lleváis 20 años sin haberos visto, quizás su rostro haya cambiado, tal vez no os reconoceríais.
-Por mucho que le haya cambiado la cara, lo reconocería a primera vista. Por eso siempre voy atenta cuando ando por la calle.
-¿Y no tienes miedo?
-¿De qué?
-Pues que de puede que  no vuelvas a encontrarte con él jamás. Siendo realistas, las probabilidades de que eso suceda son grandes. Además podría haberse casado o tener hijos...¿ no te asusta pensar que nunca llegues a unirte con la única persona que amas en este mundo?
-Tal vez tenga miedo, pero al menos amo a alguien.
-¿Y si a él no le gustaras?
-Aunque esté sola, mientras ame a alguien con el alma, habrá una salvación. Incluso si no puedo estar con esa persona, si puedo amar a alguien con todo el alma, por horrible que fuera ese alguien, aunque no estuviera enamorado de mí, por lo menos la vida no sería un infierno. Aunque resultaría un tanto triste.
Sólo se que independientemente del momento que sea o de dónde me encuentre,siempre querré verlo.
Me muero por verlo.
Eso es lo único cierto, es lo único de lo que puedo estar segura.

sábado, 1 de septiembre de 2012

El Teorema de Fermat

Y de pronto, Lisbeth lo comprendió.
La respuesta fue de una sencillez tan abrumadora que la desarmó por completo. Un juego de cifras que se alineaban en serie y, de súbito, se alinearon en su sitio formando una fórmula que más bien debía de verse como un jeroglífico.
Pero Fermat nunca había dispuesto de ningún ordenador y la única solución al teorema proporcionada por Andrew Wiles se basaba en unas matemáticas que no se habían inventado cuando el francés formuló su teorema. Naturalmente, la respuesta era completamente distinta a la de Wiles.
Se quedó tan perpleja por ser la única persona en el mundo que había dado con la respuesta que tuvo que sentarse en un tocón.
Dejó la mirada perdida al frente mientras verificaba la ecuación. ¡Era eso lo que había querido decir! No era de extrañar que los matemáticos se hubiesen tirado de los pelos a lo largo de varios siglos. Luego, soltó una risita.
Un filósofo hubiera tenido más probabilidades de resolver el enigma. A Lisbeth Salander le hubiese encantado conocer a Pierre de Fermat. Un chulo cabrón.

Pequeños placeres y momentos de inadvertida felicidad.

Es justo al salir de casa.
El sol en la cara. La brisa en el pelo. El cuerpo a tono. Los sentidos alerta.
La sensación de estrenar el mundo, aunque sea el mismo de ayer y de mañana. De que la vida es fácil, y amable, y todo puede suceder aquí y ahora.
Luego vienen las prisas, los peros, los problemas. Pero ese instante de gozosa expectativa no nos lo quita nadie. Es nuestro, es gratis. No es mucho, pero es bueno (y eso no es poca cosa).
Llevamos años amaneciendo con un cataclismo detrás de otro y sin embargo, estamos vivos.
Entonces, ¿por qué no disfrutar de lo que tenemos? De todos los placeres que están a nuestro alcance.
Algunas de las cosas que nos proporcionan mayor bienestar son asequibles para la mayoría. Comer, beber, amar. La belleza, el conocimiento, la sensualidad, la camaradería, la amistad, la ternura, el sexo.
Los deleites sensoriales.
El agua cuando tienes sed, la cama cuando tienes sueño. Hacer el muerto en el mar, las caricias, las hojas en otoño, la lluvia. Levantarte el primero la mañana de navidad y ver los regalos bajo el árbol.
Dormir en sábanas recién cambiadas, que te acaricien el pelo, ver pelis malas de terror con unas palomitas, una siesta en pareja con revolcón y esa deliciosa y feliz ausencia de uno mismo que nos hace creernos capaces de todo.
Esa cosa tan cursi y tan sencilla a la vez que llaman alegría de vivir.
Cada cual tiene su lista de esas alegrías cotidianas que hacen que la vida merezca la pena y lo extraordinario es que casi todos podemos reconocernos en la de cualquiera.

Canciones grandiosas.

Siempre que descubro una canción nueva, la exploto. Explotar de exprimir hasta la última gota, de escucharla hasta que los oídos me duelen ,no de bum jajaja (:
Y siempre me acabo cansando.
Pero hay canciones de las que nunca te cansas, que escucharías una y otra vez. Canciones que te han acompañado en muchos momentos importantes de la vida, y, al escucharlas se te eriza el vello de la piel, el corazón late ligeramente más rápido y la dopamina y serotonina se disparan al torrente de sangre que con ese latido más veloz se expande por cada célula de tu cuerpo rápidamente, mientras la mente divaga por los jardines de la memoria, la imaginación, las sensaciones, evocando instantes.

Así son las cosas.

Y cuando lo pasé tan mal, cuando se me junto TODO LO MALO. Cuando sentía cómo se me desgarraba el corazón y la mente, y con ellos, el resto de las células del cuerpo, pensaba en que el hecho no tener una madre que estuviese allí para abrazarme y consolarme. Y las lágrimas si tu hubieses estado en mi vida habrían sido menos. Y más controlables. Y el dolor de sentirme abandonada de nuevo no hubiese sido ese, porque no conocería esa sensación. Hubiese sido un sentimiento desconocido y menos fuerte. Me hubiese sentido mal y triste, pero no habría identificado el abandono, el final de algo. No hubiese estado hundida durante meses como una autómata.
Y se que por eso, tu tienes la culpa. Y lo pasado según el dicho pasado está, pero cuando no lo pasas en el pasado, te persigue a donde quiera que vayas.
Perdonarte? Con el tiempo,puede ser. Superarlo? Podría ser también, seguramente. Olvidarlo en cambio no. Olvidarlo nunca en lo que me queda de vida.
Se que duele leerlo y ponerse en mi situación. Pero no duele ni una millonésima parte de lo que es sentirte así.
Hay que ser responsable de tus actos, y no esperar nada a cambio de nada.
Ni manipularme. Ni intentar que hable de mí cuando no me apetece. Es mezquino y triste. No querría una madre que sus hijos quisiesen hablarle de ellos mismos porque quieren?
Ahora que quiero conocerla, tu has pensado que para tí pueden empezar a cambiar las cosas, la relación con todos tus vástagos, en especial conmigo. Que puedes dejar de intentar crear precedentes y crear algo de verdad, que sea la base del futuro. Y puedes. Pero el error está en intentar que eso sea a una velocidad que me hace marearme sólo con pensarlo.
Deja que la gente decida por sí misma, como lo has hecho tú sin que te importase lo que pensase el mundo, sin importar las consecuencias. El libre albedrío es importante. Si tu lo has ejercido durante tanto tiempo y se te ha respetado lo mejor posible, respeta el de los demás, sobretodo ante un marrón semejante.
Deja que las cosas sigan su curso y (utilizo una metáfora más), las aguas vuelvan a su supuesto cauce, y que tarde el proceso media vida si tienen que ser así las cosas.

viernes, 31 de agosto de 2012

Cosas que me callo.

Hay ciertas cosas que no puedo compartir con cierta persona, cosas que no puedo decir, porque si las digo piensa que quizá le puedo seguir queriendo.
Y en cierta manera, sí, es verdad, lo sigo haciendo, pero no como antes. Ya nunca será el mismo tipo de amor. Siempre una parte de mí querrá a esa persona que, con todos sus defectos y virtudes, con todos los momentos de felicidad vividos y todos los malos pasados, es extraordinaria.
Y me jode no poder compartir algunos pensamientos.
Me gustaría contarle, por ejemplo, lo que significa "lavar la taza" para mí, expresión que acuñé viendo House. El mejor amigo de House,Wilson, tenía una novia que  murió en un accidente de tráfico y dejó todos los objetos de la casa que compartían como los había dejado ella. Poco a poco, al ir superándolo, empezó a cambiar las cosas, mover los muebles, dar su ropa....
Pero, sin saber por qué, lo único que no había movido ni alterado desde su muerte, era la taza de café que ella se había bebido por la mañana. Tal vez porque era la última cosa que ella había tocado.
Y por fin, al final de un capítulo grandioso, se decide a lavar esa roñosa y manchada taza de café con leche y se entiende que ya lo ha superado, que puede seguir adelante.
Pues bien. En cada ruptura que duele (sea del tipo que sea), todo el mundo tiene su "taza", una acción que realiza para superar las cosas.
Mi taza era una nota que tenía en el móvil en la que ponía lo que iba a llevar en la maleta en un viaje a un lugar maravilloso al que fuimos juntos.
Y poco a poco fui borrando la lista de cosas, hasta quedar solo el título de la nota. Y mientras fui metiendo sus cosas y nuestras cosas en cajas y olvidando (o mejor dicho no recordando) poco a poco. Pero me negaba a borrar esa nota. No era capaz. Creo que porque en el fondo representaba la esperanza de volver a hacer ese viaje algún día, juntos de nuevo.
Pero hace más o menos un mes, me debatía entre las últimas lágrimas de rabia (de rabia porque me saliesen) y de resignación, cuando decidí borrar esas pequeñas palabras de mi teléfono.
Y pasó algo mágico. No sentí nada durante un momento. Luego me sentí muy vacía, como si ya no quedase nada de esos momentos de mi vida. Y un poco después, me empecé a reír a carcajadas¡¡Lo había hecho!! y me acababa de dar cuenta de que, en el momento de hacerlo, de darle a eliminar, lo había superado de verdad.
Todo este hilo de pensamientos viene a cuento de que me gustaría poder contarte este tipo de cosas sin que  hubiese la más ínfima posibilidad de que creyeses que estoy como una teya o que sigo amándote en secreto o de que pusieses cara rara y no me dijeses lo que piensas, que sería peor.
En fin, eso era todo.

domingo, 26 de agosto de 2012

Haruki Murakami

-Me bajo aquí, es que no puedo llegar tarde.-le dijo. El conductor asintió y tomó el dinero.
-¿Quiere recibo?
-No me hace falta y quédese con el cambio.
-Gracias-dijo el conductor-.Tenga cuidado que sopla mucho viento, ¡no vaya a resbalar!
-Lo tendré.-respondió Aomame.
-Ah, y una cosa más. Me gustaría que recordara lo siguiente: las apariencias engañan.
           "las apariencias engañan"-repitió Aomame en su cabeza, y frunció ligeramente el ceño.
-¿Qué quiere decir eso?
            El conductor eligió las palabras.
-En fin, podría decirse que lo que está a punto de hacer no es algo normal, ¿no es así? La gente normal no desciende por unas escaleras de emergencia en la autopista metropolitana en pleno día. Sobre todo una mujer.
-Sí, es verdad.-dijo Aomame.
-Y cuando se hace algo así, el paisaje cotidiano...., ¿cómo se lo podría decir?...., tal vez parezca un poco diferente al de siempre. A mí me ha pasado. Pero no se deje engañar por las apariencias. Realidad no hay más que una.

sábado, 25 de agosto de 2012

Sueños malos.

Y flotando de forma etérea, mi subconsciente se introdujo en la peor pesadilla que jamás tendré.
Voy de la mano contigo, juntos otra vez, eso luego cuando me despertaste me negué a contártelo porque los en los sueños los deseos más puros de tu corazón se revelan y no se si ese deseo es cierto.
Esperamos la guagua mientras me abrazas fuertemente y cuando subo, algo no va bien. Lo entiendo cuando me dirijo hacia la parte de atrás creyendo que vas detrás y oigo un sonido inconfundible producido por un bebé, pero no le presto atención, pienso que es la radio o algo similar. Cuando estoy ya sentada, elevo mi mirada, buscándote.
Tú no estás, no has podido subir y golpeas las ventanas gritando que me baje, que no debo estar ahí.
La guagua se pone en marcha y corres, desesperado tras ella y todo empieza a oler a bacon. Unos brazos fuertes te agarran, insistiendo en que no tiene sentido que intentes salvarme, que debe ser así.
Sin ti, me siento todavía más desesperada y mi pesadilla cobra el lado más siniestro y agobiante que ha cobrado nunca.
Entonces se que aunque quiera sujetarme firmemente al asiento o a una de las barras, mi cuerpo empieza a moverse sin que yo pueda evitarlo de algún modo y me dirijo a la cabina del conductor.
Se lo que voy a ver, lo he visto antes, en otros sueños similares. Pero no puedo cerrar los ojos y que todo desaparezca.
Al llegar veo que el conductor es mi madre, que tiene algo entre los brazos, y me sonríe con una sonrisa macabra que jamás se borrará de mi memoria, mientras una manita le toca el cuello.
De pronto comprendo que tiene a mi hermanita, a lily, entre sus brazos y sigue sonriéndome de la misma manera escalofriante cuando el bebé se da la vuelta y nos mira a ambas.
Y ahora la peor parte debe efectuarse, por lo que a mi madre se le empiezan a caer los dientes, que se clavan en el bebé que llora y sangra por todos sitios.
Intento impedirlo y algunos dientes se clavan en mis brazos y cojo a lily, se que voy a intentar curarla, salvarla, protegerla.
Y cuando la tenía aparentemente segura entre mis brazos, me despertaste y todo acabó.
Lo primero que pregunté es si mi hermana estaba bien y tú me dices que sí que está con tu amigo, pero no me relajo del todo porque no estaba preguntando por ella.
Te empiezo a contar algunas partes de la pesadilla mientras tus brazos me envuelves y me limpias las lágrimas de la cara y de tu brazo, que he mojado también.
Al relatártelo me dices: tranquila, ¿era un sueño, ves? y me pellizcas y ese pequeño gesto por tu parte me hace sentir mejor. Como sabía ya que estaba en la realidad no puedo evitar que una pequeña sonrisa salga de mis labios y tampoco el pensamiento de que quiero dormir contigo siempre.
Te confieso que tengo miedo de volver a dormirme y soñar lo mismo, y tu respuesta instantánea es abrazarme fuertemente. Ya no tengo miedo, por que se perfectamente que si vuelvo a soñar, me despertarás.
Eres mi mejor amigo.

martes, 21 de agosto de 2012

Dolor infinito

Y fuimos andando lentamente hasta el puente, donde nos despedimos con un beso apasionado y lleno de lágrimas, de dolor, como si ese fuese el último que nos fuésemos a dar. Y lo fue, fue el último que nos dimos en nuestra relación.
Cada uno partió hacia cada lado del puente y yo, en una especie de trance fui caminando hacia el metro, muy despacio.
Entonces me llamó, y el corazón me dio un vuelco pensando que era porque no quería que todo acabase, porque se arrepentía de querer hacerlo, como yo, porque quería estar conmigo y no se había fijado. Pero una sensación similar a una fractura de hueso pero en cada célula de mi cuerpo se manifestó y ardí de dolor: él había corrido hasta mí y me había detenido porque yo aún tenía guardado algo suyo en mi bolso. Luego se fue y me quedé como una concha vacía mientras derramaba lágrimas y las gruesas gotas caían al suelo, disolviéndose.
Ese pequeño tramo hasta el metro fue el peor paseo de mi vida, porque sabía que en cuanto llegase al final de las escaleras todo habría terminado. En realidad ya lo estaba, pero llegar significaría un antes y un después y luego me quedaría ahí quieta, siendo consciente de que cada vez que pasase por ahí lo reviviría todo.

CAMBIOS.

Desde hace un tiempo, mi vida empezó a cambiar.
No me gustan los cambios pero ahora necesito uno, necesito creer que las cosas no pueden ser así, que pueden ser mejores, que en un segundo la vida es capaz de dar un vuelco y alterar todo como un terremoto,un tsunami, lo que sea.
Cualquier cosa que altere mi vida, porque por mucho que le diga a los demás con una sonrisa que me gusta cómo es, no es así.
Y mira que odio rebozarme en mi mierda y auto-compadecerme, porque se que hay gente que lo tiene más crudo que yo, y porque es la característica que desde mi punto de vista, es una de las más débiles de la condición humana.
Quiero la fuerza para dejar de conformarme y buscar ser una persona extraordinaria.
Y con eso no me refiero a poder llenar una bañera de billetes de 500, o tener un amor de esos que no se olvidan jamás, o ser más inteligente o incluso tener un superpoder.
Qué va! Yo busco ser una buena persona y que se me permita disfrutar de la vida a pequeños sorbos, no a bofetones como siempre suele pasarme. Lo que me jode es que siempre que creo haber encontrado la estabilidad deseada, esa meta dibujada en forma de diana en mi mente, algo pasa, y me sacude con tal fuerza, y tan inesperada que me hace querer huir, o esconderme o irme de este mundo, y tener otra vida.
Me hace envidiar a otras personas cuyas vidas serían para mi ideales. Luego, esa idea se introduce en mi cabeza y estoy deprimida hasta que vuelvo a encontrar la estabilidad, y luego PUM! vuelta a empezar todo de nuevo, a reeplantearme mi existencia y a arroparme por la noche como si alguien me abrazase para no sentirme tan sola. Y querer gritar que no puedo con todo, que por muchas obligaciones que tenga y cosas que haga, tan solo tengo 17 años y quiero ser normal.
Todo esto me lleva a querer cambiar las cosas por fuera para luego ir adentrándose, capa a capa. Y por eso quiero cambiar el color de mi pelo, para ver si cambiando algo, cambian las cosas también.
No se si tendré agallas para hacerlo, porque al fin y al cabo, la gente te define y su opinión, quieras que no, te acaba afectando por poco que quieras.

Best love confession ever.




-You´re okay?
-I love you. Oh my god! that just came..fine.. out of my face(balbuceos). I love you.
I do it again! I....I....I love you, I do and I´ve been trying not to say it, I´ve trying so hard to just mash it down and ignore it and not say it and Jackson it´s a great guy. He is, and he´s gorgeous and he´s younger than you and he doesn´t have any grandkids or babys with his lesbian BFS and he´s an Avery and he likes me, he really likes me.
But it was never gonna work out, because I LOVE YOU. I´m so in love with you.
And you´re in me, it´s like...you are a disease...it´s like I´m infected by you.

I can´t think about anything or anybody, I can´t sleep, I can´t breathe, I can´t eat. And I love you. I love you all the time, it´s every minute of every day.
I....I....love..you.


Y con esto de crear un blog me surgió un pensamiento en mi mente como una semilla y no se decir ni por qué. Al principio no supe decirme a mi misma qué era, pero más tarde pensé en las lágrimas y luego, casi inmediatamente, el pensamiento tomó forma. La idea que jugaba en mi cabeza era la lluvia, el aguacero.
Me gusta todo de la lluvia.
Amo la sensación de abrazarte a ella y dejar que el cuerpo se moje poco a poco, empezando por el pelo, del que van cayendo más tarde gotas de agua como si yo misma fuese una nube que descarga su contenido. Me gusta el olor que produce, que gracias a twitter se que se llama petricor o geosmina jejeje.
Y me encanta sentir cada gota sobre la piel y mover los pies suavemente, casi bailando mientras abro los brazos.
Cada vez que oigo una canción de natasha bedingfield que se llama unwritten en la que se canta esta frase: Feel the rain on your skin, no one else can feel it for you, only you can let it in, me acuerdo de lo que es sentir la lluvia y todo mejora por un momento.

 Muchas cosas buenas de mi vida me pasaron cuando nevaba o llovía. Uno de los mejores besos de mi vida fue empapada, bajo la lluvia. Y aunque reciba tan sólo una lluvia artificial producida por un aspersor, esa sensación me llena.

Está vivo o mueerto, papi?

Y por mucha memoria que tenga no podía recordar esa frase que te había dicho tantas veces, con la que nos habíamos reído tanto, que no creí jamás que fuese posible olvidarla. Esa frase que en tu peor día, te sacaba una sonrisa.
Y cuando te dije hoy otra parecida, tú tampoco te acordabas de ella.
Nuestros mejores momentos se borran poco a poco y sólo quedará la huella de lo que te hacía y me hacías sentir y un recuerdo difuso, borroso, difuminado e insulso de lo que éramos, de lo que llegábamos a ser los dos solos, juntos en nuestra burbuja de amor, de risas, de pura felicidad.
Y cuando he vuelto a casa me he obligado a mi misma a recordarlo hasta que me dolió la cabeza.
Y lo recordé.
Y el sentimiento de recordarlo y que me costase hacerlo, ha sido peor que el sentimiento de haberlo olvidado.
Siempre una parte de mí te pertenecerá y querrá, aunque sea muy muy en el fondo.

lunes, 20 de agosto de 2012

UTOPÍA DE MI VIDA.

Bueno, y esta es mi primera entrada. ¿Qué decir?! Hay tantas cosas que quiero compartir y de las que quiero quitar ese peso que normalmente se aloja en el alma...
Mi vida es perfecta.
Tengo un hermano y dos padres perfectos. Mi padre es genetista y mi madre química. Ambos se conocieron trabajando en un laboratorio y se enamoraron rápidamente y tras su matrimonio por todo lo alto en una ceremonia al aire libre, fueron felices, comieron perdices y nos tuvieron.
Vivimos en una casa blanca cuadrada y muy grande en El Escorial con una gran valla blanca, un gato y un perro. Tengo novio, uno que me quiere de verdad y mi hermana y yo jamás discutimos. Como tenemos una interna en casa que lo hace todo, jamás hay las típicas discusiones sobre quién lava los platos, lava la ropa o recoge el desorden. Nuestro jardín se extiende hasta la montaña así que tampoco hay necesidad de discutir por quién de nosotros saca al perro. Ah, sí y quiero curar el cáncer y voy a estudiar fuera, en una buena universidad porque nos lo podemos permitir y hablo español, italiano, alemán e inglés a la perfección.

Pero esto solo es un sueño, una ilusión, la utopía de mi vida.
No es la verdad. Lo cierto es que vivo en el centro de Madrid, vivo con mis abuelos y mi hermana en un piso de 90m porque mi madre es drogadicta y mi padre un gilipollas traficante y nunca se casaron (no fui un aborto de milagro).  Mi vida es un caos.
La única coincidencia es que tengo perro, pero es compartido con mi tía,por lo que ni siquiera es mi perro y las discusiones son muy comunes en mi casa.
Tenía novio, pero ya no me queda ni eso porque me dejó de querer paulatinamente y a mi me queda todavía una brizna de amor, pero ese tema queda para desenredar en otro momento.
No se lo que quiero hacer.
La realidad no podría estar más lejos de la ficción.