martes, 21 de agosto de 2012

Está vivo o mueerto, papi?

Y por mucha memoria que tenga no podía recordar esa frase que te había dicho tantas veces, con la que nos habíamos reído tanto, que no creí jamás que fuese posible olvidarla. Esa frase que en tu peor día, te sacaba una sonrisa.
Y cuando te dije hoy otra parecida, tú tampoco te acordabas de ella.
Nuestros mejores momentos se borran poco a poco y sólo quedará la huella de lo que te hacía y me hacías sentir y un recuerdo difuso, borroso, difuminado e insulso de lo que éramos, de lo que llegábamos a ser los dos solos, juntos en nuestra burbuja de amor, de risas, de pura felicidad.
Y cuando he vuelto a casa me he obligado a mi misma a recordarlo hasta que me dolió la cabeza.
Y lo recordé.
Y el sentimiento de recordarlo y que me costase hacerlo, ha sido peor que el sentimiento de haberlo olvidado.
Siempre una parte de mí te pertenecerá y querrá, aunque sea muy muy en el fondo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario