Durante toda mi vida, he tenido la impresión de que podía convertirme en una persona distinta. Pero, al final, por más que me alejara, mis carencias seguían siendo las mismas. En cierto sentido, esas carencias son, en sí mismas, lo que soy
domingo, 16 de marzo de 2014
La perfección en un párrafo.
No me importa que tus pechos se pierdan entre costillas de terciopelo, porque por esa planicie voluptuosa yo ascenderé al cielo. No me importa tu rostro flébil de tísica enfermiza, y miasmas que ensombrecen tu cuerpo débil. No me importa que tus lúgrubes fanales me aconsejen que tu féretro me aguarda, porque por un solo instante tu serás mi eternidad. Nuestras miradas tiernamente se encontraron en el abismo traspasando las barreras inicuas del mundo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario